Día 47

Levítico 1:1-3:17

 

1 El holocausto

1 El Señor llamó a Moisés y le habló desde la Tienda de reunión. Le ordenó

2 que les dijera a los israelitas: «Cuando alguno de ustedes traiga una ofrenda al Señor, deberá presentar un animal de ganado vacuno u ovino.

3 »Si el animal que ofrece en holocausto es de ganado vacuno, deberá presentar un macho sin defecto, a la entrada de la Tienda de reunión. Así será aceptable al Señor.

4 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, la cual le será aceptada en su lugar y le servirá de propiciación.

5 Después degollará el novillo ante el Señor, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, tomarán la sangre y la derramarán alrededor del altar que está a la entrada de la Tienda de reunión.

6 Luego desollará la víctima del holocausto y la cortará en trozos.

7 Los hijos de Aarón, los sacerdotes, harán fuego sobre el altar y le echarán leña;

8 después acomodarán los trozos sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo.

9 Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo quemará todo en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

10 »Si alguien ofrece un holocausto de ganado ovino, sea de corderos o de cabras, deberá presentar un macho sin defecto.

11 Lo degollará ante el Señor, en el costado norte del altar, y los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.

12 Luego lo cortará en trozos, los cuales el sacerdote acomodará sobre la leña encendida del altar, junto con la cabeza y el sebo.

13 Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y el sacerdote lo tomará todo y lo quemará en el altar. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

14 »Si alguien ofrece al Señor un holocausto de ave, deberá presentar una tórtola o un pichón de paloma.

15 El sacerdote llevará el ave al altar y le arrancará la cabeza, y luego la quemará en el altar. Después exprimirá la sangre en un costado del altar,

16 y le quitará también el buche y las entrañas, y los arrojará hacia el costado oriental del altar, donde se echa la ceniza.

17 Después la desgarrará por las alas, pero sin arrancárselas. Entonces el sacerdote la quemará en el altar, sobre la leña encendida. Es un holocausto, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

 

2 La ofrenda de cereal

1 »Si alguien presenta al Señor una ofrenda de cereal, ésta será de flor de harina, sobre la cual pondrá aceite e incienso.

2 Luego la llevará a los hijos de Aarón, los sacerdotes; allí tomará un puñado de flor de harina con aceite, junto con todo el incienso, y el sacerdote quemará esa ofrenda memorial en el altar. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

3 El resto de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus hijos. Entre las ofrendas por fuego que se presentan al Señor, ésta es sumamente sagrada.

4 »Si presentas una ofrenda de cereal cocida al horno, ésta será de panes de flor de harina sin levadura, amasados con aceite, o de obleas sin levadura untadas con aceite.

5 »Si presentas una ofrenda de cereal cocida en la sartén, la ofrenda será de flor de harina sin levadura, amasada con aceite.

6 La partirás en pedazos y le echarás aceite. Es una ofrenda de cereal.

7 »Si presentas una ofrenda de cereal cocida a la olla, la ofrenda será de flor de harina con aceite.

8 Así preparada la ofrenda de cereal, se la llevarás al Señor, es decir, se la llevarás al sacerdote, quien la presentará en el altar.

9 El sacerdote, luego de tomar una parte como ofrenda memorial, la quemará en el altar. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

10 El resto de la ofrenda de cereal será para Aarón y sus hijos. Entre las ofrendas por fuego que se presentan al Señor, ésta es sumamente sagrada.

11 »Ninguna ofrenda de cereal que ustedes presenten al Señor se hará de masa fermentada, porque en una ofrenda al Señor presentada por fuego no se deben quemar ni miel ni levadura.

12 Llevarán al Señor levadura y miel como ofrenda de primicias, pero no las pondrán sobre el altar como aroma grato.

13 Todas las ofrendas de cereal las sazonarán con sal, y no dejarán que les falte la sal del pacto de su Dios. A todas las ofrendas deberán ponerles sal.

14 »Si le presentas al Señor una ofrenda de las primicias de tus cereales, ésta será de trigo nuevo, molido y tostado al fuego. Es la ofrenda de cereal de tus primicias.

15 Le pondrás aceite e incienso; es una ofrenda de cereal.

16 El sacerdote quemará parte del trigo nuevo y molido como ofrenda memorial, junto con todo el incienso y el aceite. Es una ofrenda al Señor presentada por fuego.

 

3 El sacrificio de comunión

1 »Si alguien ofrece ganado vacuno al Señor como sacrificio de comunión, deberá presentarle un animal sin defecto, sea macho o hembra.

2 Pondrá su mano sobre la cabeza del animal, al que degollará a la entrada de la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar.

3 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes del sacrificio de comunión: la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a éstos,

4 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones.

5 Entonces los hijos de Aarón quemarán todo esto en el altar, encima del holocausto que está sobre la leña encendida. Es una ofrenda presentada por fuego de aroma grato al Señor.

6 »Si el sacrificio de comunión es de ganado ovino, el oferente deberá presentarle al Señor un animal sin defecto, sea macho o hembra.

7 Si la ofrenda es un cordero, lo presentará ante el Señor

8 y le impondrá la mano sobre la cabeza, degollando luego al animal ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar.

9 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes de este sacrificio: la grasa, la cola entera (la cual cortará desde el espinazo), la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a éstos,

10 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones.

11 Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda presentada por fuego al Señor.

12 »Si la ofrenda es una cabra, la presentará ante el Señor

13 poniendo la mano sobre la cabeza del animal, al que degollará ante la Tienda de reunión. Luego los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar.

14 El oferente le presentará al Señor, como ofrenda por fuego, las siguientes partes del animal: la grasa que recubre los intestinos y la que se adhiere a éstos,

15 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones.

16 Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar. Es una comida, una ofrenda presentada por fuego de aroma grato. Toda la grasa pertenece al Señor.

17 »Éste será un estatuto perpetuo para los descendientes de ustedes, dondequiera que habiten: No se comerán la grasa ni la sangre.»

 

Marcos 1:29-2:12

 

1 Jesús sana a muchos enfermos

29 Tan pronto como salieron de la sinagoga, Jesús fue con Jacobo y Juan a casa de Simón y Andrés.

30 La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y en seguida se lo dijeron a Jesús.

31 Él se le acercó, la tomó de la mano y la ayudó a levantarse. Entonces se le quitó la fiebre y se puso a servirles.

32 Al atardecer, cuando ya se ponía el sol, la gente le llevó a Jesús todos los enfermos y endemoniados,

33 de manera que la población entera se estaba congregando a la puerta.

34 Jesús sanó a muchos que padecían de diversas enfermedades. También expulsó a muchos demonios, pero no los dejaba hablar porque sabían quién era él.

 

Jesús ora en un lugar solitario

35 Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar.

36 Simón y sus compañeros salieron a buscarlo.

37 Por fin lo encontraron y le dijeron: —Todo el mundo te busca.

38 Jesús respondió: —Vámonos de aquí a otras aldeas cercanas donde también pueda predicar; para esto he venido.

39 Así que recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios.

 

Jesús sana a un leproso

40 Un hombre que tenía lepra se le acercó, y de rodillas le suplicó: —Si quieres, puedes limpiarme.

41 Movido a compasión, Jesús extendió la mano y tocó al hombre, diciéndole: —Sí quiero. ¡Queda limpio!

42 Al instante se le quitó la lepra y quedó sano.[5]

43 Jesús lo despidió en seguida con una fuerte advertencia:

44 —Mira, no se lo digas a nadie; sólo ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación lo que ordenó Moisés, para que sirva de testimonio.

45 Pero él salió y comenzó a hablar sin reserva, divulgando lo sucedido. Como resultado, Jesús ya no podía entrar en ningún pueblo abiertamente, sino que se quedaba afuera, en lugares solitarios. Aun así, gente de todas partes seguía acudiendo a él.

 

2 Jesús sana a un paralítico

1 Unos días después, cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm, corrió la voz de que estaba en casa.

2 Se aglomeraron tantos que ya no quedaba sitio ni siquiera frente a la puerta mientras él les predicaba la palabra.

3 Entonces llegaron cuatro hombres que le llevaban un paralítico.

4 Como no podían acercarlo a Jesús por causa de la multitud, quitaron parte del techo encima de donde estaba Jesús y, luego de hacer una abertura, bajaron la camilla en la que estaba acostado el paralítico.

5 Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: —Hijo, tus pecados quedan perdonados.

6 Estaban sentados allí algunos maestros de la ley, que pensaban:

7 «¿Por qué habla éste así? ¡Está blasfemando! ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?»

8 En ese mismo instante supo Jesús en su espíritu que esto era lo que estaban pensando. —¿Por qué razonan así? —les dijo—.

9 ¿Qué es más fácil, decirle al paralítico: “Tus pecados son perdonados”, o decirle: “Levántate, toma tu camilla y anda”?

10 Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió entonces al paralítico—:

11 A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.

12 Él se levantó, tomó su camilla en seguida y salió caminando a la vista de todos. Ellos se quedaron asombrados y comenzaron a alabar a Dios. —Jamás habíamos visto cosa igual —decían.

 

Salmo 35:17-28

 

17 ¿Hasta cuándo, Señor, ¿vas a tolerar esto? Libra mi vida, mi única vida, de los ataques de esos leones.

18 Yo te daré gracias en la gran asamblea; ante una multitud te alabaré.

19 No dejes que de mí se burlen mis enemigos traicioneros; no dejes que se guiñen el ojo los que me odian sin motivo.

20 Porque no vienen en son de paz, sino que urden mentiras contra la gente apacible del país.

21 De mí se ríen a carcajadas, y exclaman: «¡Miren en lo que vino a parar!»

22 Señor, tú has visto todo esto; no te quedes callado. ¡Señor, no te alejes de mí!

23 ¡Despierta, Dios mío, levántate! ¡Hazme justicia, Señor, defiéndeme!

24 Júzgame según tu justicia, Señor mi Dios; no dejes que se burlen de mí.

25 No permitas que piensen: «¡Así queríamos verlo!» No permitas que digan: «Nos lo hemos tragado vivo.»

26 Queden avergonzados y confundidos todos los que se alegran de mi desgracia; sean cubiertos de oprobio y vergüenza todos los que se creen más que yo.

27 Pero lancen voces de alegría y regocijo los que apoyan mi causa, y digan siempre: «Exaltado sea el Señor, quien se deleita en el bienestar de su siervo.»

28 Con mi lengua proclamaré tu justicia, y todo el día te alabaré.

 

Proverbios 9:13-18

13 La mujer necia es escandalosa, frívola y desvergonzada.

14 Se sienta a las puertas de su casa, sienta sus reales en lo más alto de la ciudad,

15 y llama a los que van por el camino, a los que no se apartan de su senda.

16 «¡Vengan conmigo, inexpertos! —dice a los faltos de juicio—.

17 ¡Las aguas robadas saben a gloria! ¡El pan sabe a miel si se come a escondidas!»

18 Pero éstos ignoran que allí está la muerte, que sus invitados caen al fondo de la fosa