Levítico 4:1-5:19
4 El sacrificio expiatorio
1 El Señor le ordenó a Moisés
2 que les dijera a los israelitas: «Cuando alguien viole inadvertidamente cualquiera de los mandamientos del Señor, e incurra en algo que esté prohibido, se procederá de la siguiente manera:
El sacrificio expiatorio por el pecado del sacerdote
3 »Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo con ello culpable al pueblo, deberá ofrecer al Señor, como sacrificio expiatorio por su pecado, un novillo sin defecto.
4 Llevará el novillo ante el Señor, a la entrada de la Tienda de reunión, e impondrá la mano sobre la cabeza del novillo, al que degollará en presencia del Señor.
5 El sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión.
6 Mojará el dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina del santuario, en presencia del Señor.
7 Después el sacerdote untará un poco de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático, que está ante el Señor, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre del novillo la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión.
8 Luego, al novillo del sacrificio expiatorio le sacará toda la grasa que recubre los intestinos, y la que se adhiere a éstos,
9 los dos riñones y la grasa que los recubre, la grasa que recubre los lomos, y también el lóbulo del hígado, el cual se extraerá junto con los riñones.
10 Esto se hará tal y como se saca la grasa de la res para el sacrificio de comunión. Entonces el sacerdote quemará todo esto en el altar del holocausto,
11 pero sacará del campamento la piel y toda la carne del novillo, junto con la cabeza, las patas, los intestinos y el excremento.
12 Todo esto, es decir, el resto del novillo, lo sacará del campamento y lo llevará a un lugar ritualmente puro, al vertedero de la ceniza, y dejará que se consuma sobre la leña encendida. Sobre el vertedero de la ceniza se consumirá.
El sacrificio expiatorio por el pecado de la comunidad
13 »Si la que peca inadvertidamente es toda la comunidad de Israel, toda la asamblea será culpable de haber hecho algo que los mandamientos del Señor prohíben.
14 Cuando la asamblea se dé cuenta del pecado que ha cometido, deberá ofrecer un novillo como sacrificio expiatorio. Lo llevarán a la Tienda de reunión,
15 y allí, en presencia del Señor, los ancianos de la comunidad impondrán las manos sobre la cabeza del novillo y lo degollarán.
16 Luego el sacerdote ungido tomará un poco de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda de reunión.
17 Mojará el dedo en la sangre, y rociará con ella siete veces en dirección a la cortina en presencia del Señor.
18 Después untará un poco de la sangre en los cuernos del altar, que está ante el Señor, en la Tienda de reunión. El resto de la sangre la derramará al pie del altar del holocausto, que está a la entrada de la Tienda de reunión,
19 y sacará del animal toda la grasa, quemándola en el altar.
20 Se hará con este novillo lo mismo que se hace con el de la ofrenda expiatoria. Así el sacerdote hará expiación por ellos, y serán perdonados.
21 Luego sacará del campamento el resto del novillo y dejará que se consuma en el fuego, como el otro. Éste es el sacrificio expiatorio por la asamblea.
El sacrificio expiatorio por el pecado de un gobernante
22 »Si el que peca inadvertidamente es uno de los gobernantes, e incurre en algo que los mandamientos del Señor su Dios prohíben, será culpable.
23 Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda un macho cabrío sin defecto,
24 pondrá la mano sobre la cabeza del macho cabrío, y lo degollará en presencia del Señor, en el mismo lugar donde se degüellan los animales para el holocausto. Es un sacrificio expiatorio.
25 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio expiatorio y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar del holocausto el resto de la sangre.
26 Toda la grasa del animal la quemará en el altar, tal como se hace con el sacrificio de comunión. Así el sacerdote hará expiación por el pecado del gobernante, y su pecado le será perdonado.
El sacrificio expiatorio por el pecado de un miembro del pueblo
27 »Si el que peca inadvertidamente es alguien del pueblo, e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, será culpable.
28 Cuando se le haga saber que ha cometido un pecado, llevará como ofrenda por su pecado una cabra sin defecto.
29 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal, y lo degollará en el lugar donde se degüellan los animales para el holocausto.
30 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará el resto de la sangre al pie del altar.
31 Luego le sacará al animal toda la grasa, tal y como se le saca la grasa al sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará toda en el altar, como aroma grato al Señor. Así el sacerdote hará expiación por él, y su pecado le será perdonado.
32 »Si la persona ofrece como sacrificio expiatorio un cordero, deberá presentar una hembra sin defecto.
33 Pondrá la mano sobre la cabeza del animal, y lo degollará como sacrificio expiatorio en el lugar donde se degüellan los animales para el holocausto.
34 Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio expiatorio y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar el resto de la sangre.
35 Luego le sacará al animal toda la grasa, tal y como se le saca la grasa al cordero del sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará en el altar sobre la ofrenda presentada por fuego al Señor. Así el sacerdote hará expiación por esa persona, y el pecado que haya cometido le será perdonado.
5 El sacrificio expiatorio por diversos pecados
1 »Si alguien peca por negarse a declarar bajo juramento lo que vio o escuchó, sufrirá las consecuencias de su pecado.
2 »Si alguien sin darse cuenta toca alguna cosa ritualmente impura, tal como el cadáver de un animal impuro, sea o no doméstico, o el cadáver de un reptil impuro, se vuelve impuro él mismo y es culpable.
3 »Si alguien sin darse cuenta toca alguna impureza humana, cualquiera que ésta sea, se vuelve impuro él mismo. Pero al darse cuenta, será culpable.
4 »Si alguien hace uno de esos juramentos que se acostumbra hacer a la ligera, y sin saberlo jura hacer bien o mal, ha pecado. Pero al darse cuenta, será culpable de haber hecho ese juramento.
5 »Si alguien resulta culpable de alguna de estas cosas, deberá reconocer que ha pecado
6 y llevarle al Señor en sacrificio expiatorio por la culpa del pecado cometido, una hembra del rebaño, que podrá ser una oveja o una cabra. Así el sacerdote hará expiación por ese pecado.
El caso del pobre
7 »Si a alguien no le alcanza para comprar ganado menor, entonces le llevará al Señor, como sacrificio por la culpa del pecado cometido, dos tórtolas o dos pichones de paloma, una de las aves como sacrificio por el pecado y la otra como holocausto.
8 Se las llevará al sacerdote, quien primero ofrecerá el ave para el sacrificio expiatorio. Para esto, le retorcerá el cuello, pero sin desprenderle del todo la cabeza.
9 Luego rociará un poco de la sangre del sacrificio expiatorio en un costado del altar, y al pie del altar exprimirá el resto de la sangre. Es un sacrificio expiatorio.
10 Con la segunda ave hará un holocausto, como ya ha sido prescrito. Así el sacerdote hará expiación por el pecado cometido, y ese pecado le será perdonado.
11 »Si a esa persona tampoco le alcanza para comprar dos tórtolas o dos pichones, presentará entonces en sacrificio expiatorio, como ofrenda por el pecado cometido, dos litros[1] de flor de harina. Como se trata de un sacrificio expiatorio, no se le pondrá aceite ni incienso.
12 Llevará este sacrificio al sacerdote, quien tomará un puñado de la ofrenda memorial y lo quemará en el altar junto con los sacrificios presentados por fuego al Señor. Es un sacrificio expiatorio.
13 Así el sacerdote hará expiación por el pecado cometido en alguna de estas cosas, y ese pecado le será perdonado. El resto de la ofrenda será para el sacerdote, como sucede con la ofrenda de cereal.»
El sacrificio por la culpa
14 El Señor le dijo a Moisés:
15 «Si alguien comete una falta y peca inadvertidamente contra lo que ha sido consagrado al Señor, le llevará al Señor un carnero sin defecto como sacrificio por la culpa. Su precio será tasado en plata, según la tasación oficial del santuario. Es un sacrificio por la culpa.
16 Además, el culpable hará restitución por haber pecado contra lo consagrado, añadiendo la quinta parte, la cual entregará al sacerdote. Así el sacerdote hará expiación por él mediante el carnero del sacrificio por la culpa, y ese pecado le será perdonado.
17 »Si alguien peca inadvertidamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado.
18 Le llevará al sacerdote un carnero sin defecto, cuyo precio será fijado como sacrificio por la culpa. Así el sacerdote hará expiación por el pecado que esa persona cometió inadvertidamente, y ese pecado le será perdonado.
19 Es un sacrificio por la culpa, de la que se hizo acreedor por pecar contra el Señor.»
Marcos 2:13-3:6
2 Llamamiento de Leví
13 De nuevo salió Jesús a la orilla del lago. Toda la gente acudía a él, y él les enseñaba.
14 Al pasar vio a Leví hijo de Alfeo, donde éste cobraba impuestos. —Sígueme —le dijo Jesús. Y Leví se levantó y lo siguió.
15 Sucedió que, estando Jesús a la mesa en casa de Leví, muchos recaudadores de impuestos y pecadores se sentaron con él y sus discípulos, pues ya eran muchos los que lo seguían.
16 Cuando los maestros de la ley, que eran fariseos, vieron con quién comía, les preguntaron a sus discípulos: —¿Y éste come con recaudadores de impuestos y con pecadores?
17 Al oírlos, Jesús les contestó: —No son los sanos los que necesitan médico sino los enfermos. Y yo no he venido a llamar a justos sino a pecadores.
Le preguntan a Jesús sobre el ayuno
18 Al ver que los discípulos de Juan y los fariseos ayunaban, algunos se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Cómo es que los discípulos de Juan y de los fariseos ayunan, pero los tuyos no?
19 Jesús les contestó: —¿Acaso pueden ayunar los invitados del novio mientras él está con ellos? No pueden hacerlo mientras lo tienen con ellos.
20 Pero llegará el día en que se les quitará el novio, y ese día sí ayunarán.
21 Nadie remienda un vestido viejo con un retazo de tela nueva. De hacerlo así, el remiendo fruncirá el vestido y la rotura se hará peor.
22 Ni echa nadie vino nuevo en odres viejos. De hacerlo así, el vino hará reventar los odres y se arruinarán tanto el vino como los odres. Más bien, el vino nuevo se echa en odres nuevos.
Señor del sábado
23 Un sábado, al cruzar Jesús los sembrados, sus discípulos comenzaron a arrancar a su paso unas espigas de trigo.
24 —Mira —le preguntaron los fariseos—, ¿por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en sábado?
25 Él les contestó: —¿Nunca han leído lo que hizo David en aquella ocasión, cuando él y sus compañeros tuvieron hambre y pasaron necesidad?
26 Entró en la casa de Dios cuando Abiatar era el sumo sacerdote, y comió los panes consagrados a Dios, que sólo a los sacerdotes les es permitido comer. Y dio también a sus compañeros.
27 »El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para el sábado —añadió—.
28 Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.
3 1 En otra ocasión entró en la sinagoga, y había allí un hombre que tenía la mano paralizada.
2 Algunos que buscaban un motivo para acusar a Jesús no le quitaban la vista de encima para ver si sanaba al enfermo en sábado.
3 Entonces Jesús le dijo al hombre de la mano paralizada: —Ponte de pie frente a todos.
4 Luego dijo a los otros: —¿Qué está permitido en sábado: hacer el bien o hacer el mal, salvar una vida o matar? Pero ellos permanecieron callados.
5 Jesús se les quedó mirando, enojado y entristecido por la dureza de su corazón, y le dijo al hombre: —Extiende la mano. La extendió, y la mano le quedó restablecida.
6 Tan pronto como salieron los fariseos, comenzaron a tramar con los herodianos cómo matar a Jesús.
Salmo 36:1-12
1 Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón.»[1] No hay temor de Dios delante de sus ojos.
2 Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado.
3 Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien.
4 Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.
5 Tu amor, Señor, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes.
6 Tu justicia es como las altas montañas;[2] tus juicios, como el gran océano. Tú, Señor, cuidas de hombres y animales;
7 ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas.
8 Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites.
9 Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.
10 Extiende tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.
11 Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío.
12 Vean cómo fracasan los malvados: ¡caen a tierra, y ya no pueden levantarse!
Proverbios 10:1-2
1 Proverbios de Salom ón: El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre.
2 Las riquezas mal habidas no sirven de nada, pero la justicia libra de la muerte.