Día 261

Isaías 28:14 – 30:11

28:14 Por tanto, gobernantes insolentes de este pueblo de Jerusalén, escuchen la palabra del Señor: 15 Ustedes dicen: «Hemos hecho un convenio con la muerte; hemos hecho una alianza con el sepulcro.[a] Cuando venga una calamidad abrumadora, no nos podrá alcanzar, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y del engaño nuestro escondite». 16 Por eso dice el Señor y Dios: «Miren, yo pongo en Sión una piedra probada, piedra angular y preciosa para un cimiento firme; el que crea no se tambaleará. 17 Pondré como nivel la justicia y la rectitud como plomada. El granizo arrasará con el refugio de la mentira y las aguas inundarán el escondite. 18 Se anulará el convenio que hicieron con la muerte; quedará sin efecto su alianza con el sepulcro.[b] Cuando venga la calamidad abrumadora, a ustedes los aplastará. 19 Cada vez que pase, los arrebatará; pasará mañana tras mañana, de día y de noche».

La comprensión de este mensaje causará terror absoluto. 20 La cama es demasiado estrecha para estirarse en ella; la manta es demasiado corta para envolverse en ella. 21 Sí, el Señor se levantará como en el monte Perasín, se moverá como en el valle de Gabaón; para llevar a cabo su extraña obra, para realizar su insólita tarea. 22 Ahora bien, dejen de burlarse, no sea que se aprieten más sus cadenas; porque me ha hecho saber el Señor, el Señor de los Ejércitos, acerca de la destrucción decretada contra todo el país.

23 Escuchen, oigan mi voz; presten atención, oigan mi palabra: 24 Cuando un agricultor ara para sembrar, ¿lo hace sin descanso? ¿Se pasa todo el día abriendo surcos y removiendo el terreno? 25 Después de que ha emparejado la superficie, ¿no siembra eneldo y esparce comino? ¿No siembra trigo en hileras,[c] cebada en el lugar debido y centeno en las orillas? 26 Es Dios quien lo instruye y le enseña cómo hacerlo. 27 Porque no se trilla el eneldo con rastrillo ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta, sino que el eneldo se golpea con una vara y el comino con un palo. 28 El grano se tritura, pero no demasiado ni tampoco se trilla sin descanso. Se le pasan las ruedas de la carreta, pero los caballos no lo trituran. 29 También esto viene del Señor de los Ejércitos, admirable por su consejo y magnífico por su sabiduría.

Ay de la Ciudad de David

29 ¡Ay, Ariel, Ariel, ciudad donde acampó David! Añadan a un año otro año más y que prosiga el ciclo de las fiestas. 2 Pero a Ariel la sitiaré; habrá llanto y lamento, y será para mí como un brasero del altar.[d] 3 Acamparé contra ti, te rodearé; te cercaré con empalizadas y levantaré contra ti torres de asedio. 4 Humillada, desde el suelo elevarás tu voz; tu palabra apenas se levantará del polvo. Saldrá tu voz de la tierra como si fuera la de un fantasma; tu palabra, desde el polvo, apenas será un susurro.

5 Pero la multitud de tus enemigos quedará hecha polvo fino, y la multitud de violentos será como la paja que se lleva el viento. De repente, en un instante, 6 vendrá contra ti el Señor de los Ejércitos;

vendrá con truenos, terremotos y gran estruendo; vendrá con una violenta tormenta y con devoradoras llamas de fuego. 7 La multitud de todas las naciones que batallan contra Ariel, todos los que luchan contra ella y contra su fortaleza, aquellos que la asedian, serán como un sueño, como una visión nocturna. 8 Como el hambriento que sueña que está comiendo, pero despierta y aún tiene hambre; como el sediento que sueña que está bebiendo, pero despierta y la sed reseca su garganta. Así sucederá con la multitud de todas las naciones que luchan contra el monte Sión.

9 Pierdan el juicio, quédense pasmados, pierdan la vista, quédense ciegos; embriáguense, pero no con vino; tambaléense, pero no por la cerveza. 10 El Señor ha derramado sobre ustedes un espíritu de profundo sueño; a los profetas les tapó los ojos, a los visionarios les cubrió la cabeza. 11 Para ustedes, toda esta visión no es otra cosa que palabras en un rollo de pergamino sellado. Si dan el rollo a alguien que sepa leer y dicen: «Lea esto, por favor», este responderá: «No puedo hacerlo; está sellado». 12 Si dan el rollo a alguien que no sepa leer y dicen: «Lea esto, por favor», este responderá: «No sé leer».

13 El Señor dice: «Este pueblo se acerca a mí con la boca y me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. Su adoración es solo un mandamiento humano que le ha sido enseñado. 14 Por eso, una vez más asombraré a este pueblo con prodigios maravillosos; perecerá la sabiduría de sus sabios, y se esfumará la inteligencia de sus inteligentes». 15 ¡Ay! de los que, para esconder sus planes, se ocultan del Señor en las profundidades. Cometen sus fechorías en la oscuridad y piensan: «¿Quién nos ve? ¿Quién nos conoce?».16 ¡Qué manera de pervertir las cosas! ¿Acaso el alfarero es igual al barro? ¿Puede un objeto decir del que lo modeló: «Él no me hizo»? ¿Puede una vasija decir de su alfarero: «Él no entiende nada»?

17 Muy pronto el Líbano se convertirá en campo fértil, y el campo fértil se convertirá en bosque. 18 En aquel día podrán los sordos oír la lectura del rollo, y los ojos de los ciegos podrán ver sin tinieblas ni oscuridad. 19 Los pobres volverán a alegrarse en el Señor; los más necesitados se regocijarán en el Santo de Israel. 20 Se desvanecerán los violentos, desaparecerán los insolentes, y serán exterminados todos los que se desvelan para hacer el mal: 21 los que con una palabra hacen culpable a una persona, los que en el tribunal ponen trampas al defensor y con engaños perjudican al inocente.

22 Por eso, el Señor, el redentor de Abraham, dice así a los descendientes de Jacob: «Jacob ya no será avergonzado ni palidecerá su rostro. 23 Cuando él vea a sus hijos y la obra de mis manos en medio de él, todos ellos santificarán mi nombre; santificarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. 24 Los de espíritu extraviado recibirán entendimiento y los murmuradores aceptarán ser instruidos».

Ay de la nación obstinada

30 El Señor ha dictado esta sentencia: «Ay de los hijos rebeldes que ejecutan planes que no son míos, que hacen alianzas contrarias a mi Espíritu, que amontonan pecado sobre pecado, 2 que bajan a Egipto sin consultarme, para buscar la protección de Faraón y se refugian bajo la sombra de Egipto. 3 ¡La protección de Faraón será su vergüenza! ¡El refugiarse bajo la sombra de Egipto, su humillación! 4 Aunque en Zoán tengan oficiales, y a Janés hayan llegado sus mensajeros, 5 todos quedarán avergonzados por culpa de un pueblo que les resulta inútil, que no les brinda ninguna ayuda ni provecho, sino solo vergüenza y desgracia».

6 Esta es la profecía sobre los animales del Néguev: Por tierra de dificultades y angustias, de leones y leonas, de serpientes veloces y venenosas, llevan ellos a lomo de burro las riquezas de esa nación inútil, y sus tesoros, a lomo de camello. 7 La ayuda de Egipto no sirve para nada; por eso la llamo: «Rahab, la inútil».

8 Anda, pues, delante de ellos, y grábalo en una tablilla. Escríbelo en un rollo de cuero, para que en los días venideros quede como un testimonio eterno. 9 Porque este es un pueblo rebelde; son hijos mentirosos, hijos que no quieren escuchar la Ley del Señor. 10 A los videntes les dicen: «¡No tengan más visiones!», y a los profetas: «¡No nos sigan profetizando la verdad! Dígannos cosas agradables, profeticen ilusiones. 11 ¡Apártense del camino, retírense de esta senda y dejen de enfrentarnos con el Santo de Israel!».

 

Gálatas 3:23 – 4:31

3:23 Antes de venir esta fe, la Ley nos tenía presos, encerrados hasta que la fe se revelara. 24 Así que la Ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo,[a] para que fuéramos justificados por la fe. 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía.

Hijos de Dios

26 Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, 27 porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. 28 Ya no hay judío ni no judío, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. 29 Y si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa.

4 En otras palabras, mientras el heredero es menor de edad, en nada se diferencia de un esclavo, a pesar de ser dueño de todo. 2 Al contrario, está bajo el cuidado de tutores y administradores hasta la fecha fijada por su padre. 3 Así también nosotros, cuando éramos menores, estábamos esclavizados por los principios[b] de este mundo. 4 Pero cuando se cumplió el plazo,[c] Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la Ley, 5 para rescatar a los que estaban bajo la Ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos. 6 Ustedes ya son hijos. Dios ha enviado a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama: «¡Abba! ¡Padre!». 7 Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero.

Preocupación de Pablo por los gálatas

8 Antes, cuando no conocían a Dios, ustedes eran esclavos de los que en realidad no son dioses. 9 Pero ahora que conocen a Dios —o más bien que Dios los conoce a ustedes—, ¿cómo es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos? 10 ¡Ustedes siguen guardando los días, los meses, las estaciones y los años! 11 Temo por ustedes, que tal vez me haya estado esforzando en vano.

12 Hermanos, yo me he identificado con ustedes. Les suplico que ahora se identifiquen conmigo. No es que me hayan ofendido en algo. 13 Como bien saben, la primera vez que les prediqué acerca de las buenas noticias fue debido a una enfermedad 14 y, aunque esta fue una prueba para ustedes, no me trataron con desprecio ni desdén. Al contrario, me recibieron como a un ángel de Dios, como si se tratara de Cristo Jesús. 15 Pues bien, ¿qué pasó con todo ese entusiasmo? Me consta que de haberles sido posible se habrían sacado los ojos para dármelos. 16 ¡Y ahora resulta que por decirles la verdad me he vuelto su enemigo!

17 Esos que muestran mucho interés por ganárselos a ustedes no abrigan buenas intenciones. Lo que quieren es alejarlos de nosotros para que se entreguen a ellos. 18 Está bien mostrar interés, con tal de que ese interés sea bien intencionado y constante, y que no se manifieste solo cuando yo estoy con ustedes. 19 Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes, 20 ¡cómo quisiera estar ahora con ustedes y hablarles de otra manera, porque lo que están haciendo me tiene perplejo!

Agar y Sara

21 Díganme, los que quieren estar bajo la Ley, ¿por qué no prestan atención a lo que la Ley misma dice? 22 ¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre? 23 El de la esclava nació por decisión humana, pero el de la libre nació en cumplimiento de una promesa.

24 Ese relato puede interpretarse en sentido figurado: estas mujeres representan dos pactos. Uno, que es Agar, procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos. 25 Agar representa el monte Sinaí en Arabia y corresponde a la actual ciudad de Jerusalén, porque junto con sus hijos vive en esclavitud. 26 Pero la Jerusalén celestial es libre y esa es nuestra madre. 27 Porque está escrito: «Tú, mujer estéril, que nunca has dado a luz, ¡grita de alegría! Tú, que nunca tuviste dolores de parto, ¡prorrumpe en gritos de júbilo! Porque más hijos que la casada tendrá la desamparada».[d]

28 Ustedes, hermanos, al igual que Isaac, son hijos por la promesa. 29 Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora. 30 Pero ¿qué dice la Escritura? «¡Echa de aquí a la esclava y a su hijo! El hijo de la esclava jamás tendrá parte en la herencia con el hijo de la libre».[e] 31 Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

 

Salmo 62:1 – 12

Al director musical. Para Jedutún. Salmo de David.

62 Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. 2 Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio, ¡jamás caeré! 3 ¿Hasta cuándo atacarán todos ustedes a un hombre para derribarlo, como si fuera un muro inclinado o una cerca a punto de derrumbarse? 4 Solo quieren derribarlo de su lugar de honor. Se complacen en la mentira: bendicen con la boca, pero maldicen con el corazón. Selah 5 Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi esperanza. 6 Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi refugio, ¡no caeré! 7 Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; mi refugio está en Dios. 8 Oh, pueblo, confía en él siempre, derrama ante él tu corazón, pues Dios es nuestro refugio. Selah 9 Una quimera es la gente de humilde cuna, y una mentira la gente de alta alcurnia; si se les pusiera juntos en la balanza, pesarían menos que un soplo. 10 No confíen en la extorsión ni se hagan ilusiones con sus rapiñas; y aunque se multipliquen sus riquezas, no pongan el corazón en ellas. 11 Una cosa ha dicho Dios y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso; 12 que tú, Señor, eres todo amor; que tú pagarás a cada uno según lo que merezcan sus obras.

 

Proverbios 23:19 – 21

16

23:19 Hijo mío, presta atención y sé sabio; mantén tu corazón en lo que es correcto. 20 No te juntes con los que beben mucho vino ni con los que se hartan de carne, 21 pues borrachos y glotones, por su indolencia, acaban harapientos y en la pobreza.